Los retratos de mis estudiantes

Entré a la clase sin ventanas de cristal. Me dieron la bienvenida las rejas de color azul. Me dieron la bienvenida los ojos clavados en la persona en el centro de la clase.
No sé como lo sucedió pero estuve de nuevo en la escuela. Otra vez me pusieron enfrente de la pizarra, al mano recibí una tiza blanca. Me hacen preguntas y no conozco la respuesta. De nuevo tengo que luchar para que me dejan a hablar.
Lo más extraño es que yo soy la persona en el centro de la clase. Estoy rodeado por pequeñas criaturas que piensan que como soy más grande sé todo sobre el mundo. Piensan que tengo poder mágico y puedo resolver todas las problemas.
No sé como explicarlos que no es así, que allí detrás del charco grande tengo los padres, y que ellos no yo saben hacer magia.
Renaldi ( 10 años, Escuela Ruben Dario )
Cuando primera vez miré en su cara, pensé así es la cara de un pilluelo. El pelo castaño, la cara pálida decorada con cicatrices pequeñas, pequeños recuerdos de su aventuras. Renaldi no puede estar quieto en su silla. Todo tiempo camina por la clase, sale de la clase por una puerta y vuelve con la otra. A veces se sienta en el suelo bajo de la pizarra, justo al lado de mi. Se aprende solamente por los juegos y aunque nunca nota en su cuaderno, parece que se agarra palabras de aire porque siempre conoce la respuesta si le hago preguntas.
Ricardo ( 12 años, Escuela Ruben Dario )
Ricardo es casi tan alto como yo, tiene la cara llena, el cabello corto, negro como todos aquí. Me duele que sus amigos le llaman ¨gordito¨. Siempre se sonríe y aunque ya es un gran hombre siempre me da un abrazo al despedirse.
Nedwin ( 5 años, preescolar APAN )
Se acercó a mi un chaval pequeño y redondo y me preguntó si podemos ser amigos. Acepté su propuesta aunque Nedwin durante de la clase del ingles no escuchaba nada. Me contó sobre su familia, sus hermanos mayores. Parece que le encantan los caballos. Tiene tres en casa. El problema es que el caballo suyo se comieron los hombres extraños.
Walter ( 10 lat, Escuela Rene Schick )
Walter tiene la sonrisa mellada, los ojos grandes, el cabello negro. En principio no le podía distinguir de su hermano menor. Ahora ya puedo hacer broma de él llamándole Jonatan. Walter siempre habla muy despacio parece que pesa las palabras. Cuando en la clase hacemos las presuntas siempre levanta su mano como el primero, luego habla mucho y a menudo no sobre el tema. Recuerdo cuando una vez explicaba un juego en el patio, Walter no me escuchaba, acosaba las mariposeas en la prado.
Antonio ( 5 años, Escuela Pedro Juaquin Chamorro )
Antonio vive enfrente de la escuela en la parte más pobre de la ciudad. Su casa es muy pequeña, el patio sucio, en el aire se siente olor de la basura quemada. Para nuestras clases viene en chanclas y en una camisa que ya es un poco sucia. Tiene los ojos muy grandes en color de la chocolate. Sabe contar muy bien, pero tiene problemas para leer. Seguro elegirá estudiar en la escuela técnica. Se acerca a nosotros, no responde a nuestro saludo, mira en el suelo nunca a los ojos. Preguntamos si otra vez se peleaba con su hermano, negó. A veces pienso que Antonio no está enfadado con su hermano sino con el mundo que le rodea.
Me gustaría que tengáis una buena vida chicos.